Kiosco Mayor


De Francisco Rodríguez

Sin información, hay especulación

*Tuvo que salir el Presidente a terminar con ella

*Insabi fracasa, lo eliminan; era mejor Seguro Popular

*Ahora, quien no tenga servicio médico irá al IMSS

Gran revuelo originó el asunto de salud del Presidente Andrés Manuel López Obrador luego de suspender su gira por Yucatán y ser trasladado a la Ciudad de México para ser atendido en el Hospital Militar. Esto ocurrió el domingo pasado.

Las primeras noticias surgieron de medios locales de esa entidad, particularmente del Diario de Yucatán, quien habló de un desvanecimiento del Presidente, cuando presidia una reunión, y de un probable preinfarto.

Mas tarde, de ese domingo, en la cuenta de Twitter del Presidente, apareció el siguiente mensaje, donde afirmaba haber sido contagiado, por tercera vez, de COVID-19:

“Ni modo, amigas y amigos: salí positivo a COVID-19. No es grave. Mi corazón está al 100 y como tuve que suspender la gira, estoy en la Ciudad de México y de lejitos festejo los 16 años de Jesús Ernesto. Me guardaré unos días. Adán Augusto López Hernández encabezará las mañaneras. Nos vemos pronto”.

Sin embargo, ante la ausencia de una información oficial del Gobierno de México, las especulaciones comenzaron a inundar las redes sociales.

La salud de un gobernante es un asunto de Estado y por tanto debe haber información oficial y no dejar todo a las especulaciones como ocurrió.

Por un lado, estuvieron los comentarios de testigos y la información de los medios locales de Yucatán y por otro, la ausencia de un comunicado oficial que detallara lo ocurrido al Presidente.

Debe quedar claro que, ante la falta de información oficial, surge la especulación.

Y lo que vimos en este suceso, es la ausencia de una autoridad capaz de informar sobre un asunto tan delicado como lo es la salud del Presidente.

Pero, además, deja en evidencia la vulnerabilidad de un gobierno que ha concentrado todo el poder, incluyendo la información, en un solo hombre. Y cuando ese hombre no está en condiciones de salir al frente, pues simplemente viene la confusión. Y al parecer, solo él, en su espacio informativo, “las mañaneras”, puede dar la versión de lo que ocurre en este país, y de su salud.

Después, el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, en una mañanera, desmintió la versión del diario de Yucatán.

Pero, el miércoles por la tarde, fue el mismo Presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien acabó con cualquier especulación.

En un video de 18 minutos, grabado en Palacio Nacional, donde tiene su residencia, se dirigió a los mexicanos para informar su estado de salud. Reconoció que efectivamente sí

había sufrido desvanecimiento y que fue trasladado en una ambulancia área a la Ciudad de México.

Ese video fue suficiente para concluir con las especulaciones sobre su salud y a la vez dejar como mentirosos al titular de gobernación y al vocero presidencial, quienes habían negado ese desvanecimiento del Presidente en su gira por Yucatán.

Y esos días de incertidumbre sirvieron para que los legisladores de Morena, y sus aliados, en la Cámara de Diputados, aprobaran “de volada” un montón de iniciativas sin dar oportunidad al análisis de estas y mucho menos informar a la población.

Algún “malpensado” hasta pudiera especular que lo de la salud del Presidente, y su forma de comunicarlo, fue una estrategia política para que los diputados morenistas cumplieran con su misión de aprobar esas iniciativas enviadas desde Palacio Nacional, mientras el pueblo de México se enfocaba en la salud del Mandatario.

ADIOS AL INSABI, CONACYT, FINANCIERA RURAL…

Entre otras iniciativas aprobadas, destacan la desaparición del INSABI, creado por la 4T, del Conacyt y de Financiera Rural, además de darle al Ejército el control del Tren Maya.

Al inicio de este gobierno, se creó el Insabi para sustituir el Seguro Popular, el cual atendía a casi 50 millones de mexicanos que no estaban en un servicio de salud oficial (IMSS, Isssste o institutos de salud publica estatales o municipales). Ello dejó a la deriva a millones de mexicanos porque el Insabi nunca pudo ni siquiera igualar el numero de afiliados que tuvo el Seguro Popular.

Desaparecer el Insabi es una aceptación de fracaso. Y lo es, ya nadie lo puede dudar. Sin embargo, pasar ese servicio (a quienes no están afiliados a un servicio médico oficial) al IMSS, solo empeorará la deficiente atención que éste tiene con sus derechohabientes. También el IMSS ha exhibido ineficiencia en este gobierno de la 4T. Sonora es un ejemplo donde hacen falta cientos de médicos especialistas.

Los diputados al parecer también olvidaron, si es que revisaron la iniciativa y la ley del Seguro Social, que el IMSS no es propiedad del gobierno, es una institución autónoma sostenida por las aportaciones de los patrones y trabajadores.

Y si actualmente no cumple cabalmente a sus afiliados, pues es lógico pensar que menos lo hará a partir de que millones de mexicanos acudan a la prestación de un servicio médico, por más básico que éste sea.

¿Y los derechohabientes del IMSS que pensarán y que dirán cuando vean mas deficiencia en la atención médica?

El Seguro Popular iba bien, muy bien, pero lo quitan para crear el Insabi y ante el evidente fracaso ahora lo entierran y a sus afiliados lo mandan al IMSS.

¿Será esta la solución de fondo? No lo creo, creo se acerca más al posible hundimiento del IMSS.

Twitter: @kioscomayor

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