La medida del gobierno mantener la estabilidad en un mercado estratégico como el de EU, dice el Consejo Nacional Agropecuario.
Ciudad de México a 11 de agosto de 2025 (Forbes).- El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) valoró este lunes de manera positiva la medida de la Secretaría de Economía y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en la que se establecen precios mínimos de exportación para el tomate fresco mexicano tras la suspensión de un acuerdo existente que impone medidas antidumping por parte de Estados Unidos.
“Esta medida resulta clave para proteger a productores y exportadores nacionales, preservar más de 400,000 empleos directos y mantener la estabilidad en un mercado estratégico como el de Estados Unidos”, señaló el CNA en un comunicado.
El consejo destacó “la intervención oportuna del gobierno de México (…) que ha permitido avanzar hacia una solución que salvaguarda la competitividad y el acceso del tomate mexicano en los mercados internacionales.”
Con esta fijación en los precios se busca proteger la producción nacional, evitar distorsiones en el mercado internacional y garantizar el abasto al consumo interno, según se indicó en un comunicado de las secretarías de Economía y de Agricultura y Desarrollo Rural.
La norma estableció que el precio mínimo (en dólares por kilo) será para el tomate cherry: 1.7 dólares; tomate bola 0.95; con tallo 1.65 y en racimo 1.7; tomate Roma (saladette) 0.88, y tomate grape (uva) 1.7.
Mientras que otras variedades (Cocktail, Campari, Kumato, Mini Roma, Heirloom, Pera, Medley, San Marzano, otros) valdrán 1.7 dólares.
Según datos oficiales, dos de cada tres tomates que se consumen en Estados Unidos son cultivados en México.
Antes, en su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum, explicó que el acuerdo para fijar precios mínimos de exportación del jitomate fue una propuesta de los propios productores, con el objetivo de evitar “precios más bajos” que afectaran a los demás y garantizar que todos puedan seguir exportando pese al 17% impuesto por el Gobierno de Estados Unidos.
Subrayó que en el sector conviven pequeños productores de varios estados y grandes exportadores, principalmente de Sinaloa.
Añadió que la Sader mantiene contacto directo con los productores para definir apoyos, dado que ahora se exige una fianza para exportar, por lo que su Gobierno está evaluando esquemas para ayudar especialmente a los pequeños a cumplir ese requisito, de modo que no se vean excluidos del mercado por barreras financieras.
La presidenta adelantó que se explora impulsar el procesamiento del jitomate en México —para consumo interno y exportación con mayor valor agregado—, incluso con la posibilidad de nuevas plantas.
Con información de EFE