Por intento de homicidio, Caín Velásquez fue sentenciado a cinco años de cárcel; decidió hacer justicia por propia mano contra el responsable del abuso sexual que sufrió su hijo.
Estados Unidos a 24 de marzo de 2025.- En el mundo de las artes marciales mixtas, pocos nombres han resonado con la fuerza de Caín Velásquez. Hijo de inmigrantes mexicanos, forjado en el sudor del gimnasio y en el sacrificio, Velásquez alcanzó la cumbre de la UFC con su brutal estilo de pelea y una resistencia sobrehumana.
Fue el hombre que destronó a Brock Lesnar en 2010 para convertirse en campeón de peso pesado, el guerrero que puso en alto la bandera mexicana en un deporte dominado por gigantes de otros países.
Pero su historia, que ya estaba marcada por la adversidad y la gloria, tomó un giro inesperado en 2022 cuando decidió hacer justicia por su propia mano.
Este día, Velásquez fue sentenciado a cinco años de prisión por intento de homicidio. No fue un caso de codicia o violencia sin razón. Fue la historia de un padre consumido por la impotencia, un hombre que, tras conocer que su hijo había sido víctima de abuso sexual, decidió cazar al presunto responsable.
El 28 de febrero de 2022, el expeleador protagonizó una persecución en las calles de California. Su objetivo: Harry Goularte, el hombre acusado de haber abusado de su hijo de cuatro años. Conduciendo su camioneta, Velásquez disparó contra el vehículo en el que viajaba Goularte, pero en el fuego cruzado hirió al padrastro del acusado. Fue arrestado poco después, y mientras la opinión pública se dividía entre quienes lo consideran un justiciero y quienes lo veían como un criminal, él enfrentó un sistema legal que no suele tener clemencia, sin importar la nobleza de los motivos.
Velásquez pasó 1,283 días en prisión por lo que sólo le restan dos años para cumplir la sentencia que este lunes le impusieron y la cual no piensa apelar.
Caín Velásquez siempre fue un peleador distinto. Con su herencia mexicana corriendo por sus venas, su estilo en la jaula no era el de un golpeador ocasional; era un torbellino de presión constante, resistencia infinita y dominio absoluto sobre sus rivales. En su prime, no había pesado que pudiera igualarlo. Sus batallas contra Junior dos Santos fueron brutales, inolvidables, leyenda pura.