Hermosillo, Sonora a 24 de enero de 2025.- El futbol americano en Hermosillo y Sonora atraviesa por una crisis profunda que no se puede ignorar. El auge del tocho o flag (bandera) ha dejado en evidencia el desinterés y falta de apoyo de los dirigentes del deporte, situación que ha afectado la evolución de este deporte “equipado”, tanto en la modalidad juvenil como en la universitaria.
Existen entrenadores de Hermosillo que se han apropiado de las instalaciones y mandan el mensaje que los interesados en el “equipado”, busquen sus propios espacios.
Pero la memoria es muy corta y les gana mas la maquina de hacer dinero, porque los campos ubicados en la Nacameri, La Verbena y Ley 57, fueron creados para el americano (ahí están las medidas del terreo de juego), gestiones que en su momento hicieron entrenadores, dirigentes y padres de familia para que nuestras autoridades los tomaran en cuenta.
En todo caso, el flag debería gestionar sus espacios para entrenar y competir, no solo buscar el beneficio económico que da este publicitado deporte.
A pesar de las percepciones, el flag no ha desplazado al fútbol americano tradicional. La realidad es que los coaches, los verdaderos responsables de este cambio, han sido quienes han decidido dar un paso atrás. ¿Por qué? La respuesta es simple: la sobrecarga de trabajo, la falta de recursos y el desinterés en seguir invirtiendo.
Los entrenamientos de fútbol americano tradicional requieren de un compromiso físico y económico muy alto: tres horas por categoría, 5 o 6 meses de inversión cada temporada, costos de inscripciones, uniformes, viajes.
El flag, por otro lado, ofrece una alternativa mucho más sencilla y mayor remuneración a corto plazo. Con entrenamientos de solo una hora al día, de 3 a 4 días por semana, y un costo mucho menor tanto en equipamiento como en inscripción y se convierte en una opción más atractiva para jugadores, entrenadores y padres de familia.
Los costos del fútbol americano tradicional no solo son más altos, sino que los padres ya no desean que sus hijos se expongan a los golpes y riesgos de este deporte de contacto. Las exigencias de los coaches también se han visto afectadas por una cultura en la que muchos padres prefieren evitar que sus hijos reciban instrucciones firmes o exigentes, lo que, a veces, se traduce en demandas por “excesiva dureza”. Los entrenadores ya no quieren enfrentarse a esta realidad, donde todo debe ser fácil y sin mucho esfuerzo.
En cuanto a la comparación con otras ciudades, como lo han expresado los tocho bandera, como Monterrey, Jalisco, Tijuana o Cancún, es claro que Hermosillo se ha quedado atrás. Estas ciudades no solo cuentan con programas fuertes en fútbol americano, sino que también tienen una sólida base universitaria que alimenta las categorías inferiores, creando un semillero de jugadores de calidad.
En Sonora, la situación es muy diferente. La única universidad que tiene este deporte es el ITSON, y ni siquiera Hermosillo puede compararse con Ciudad Obregón, donde existen más equipos de fútbol americano equipado que en la capital del estado.
El panorama es claro: el fútbol americano tradicional está perdiendo terreno, y mientras los dirigentes y entrenadores sigan sin dar respuestas adecuadas a los problemas que enfrentan, el flag continuará ganando espacio.
Sin una infraestructura definida, ni el apoyo necesario y con una cultura que no favorece el esfuerzo y el sacrificio, el fútbol americano en Hermosillo podría estar viviendo sus últimos momentos de gloria.
Por hoy es todo, sígueme en:
www.elreporterodelacomunidad.com
Twitter: @elreporteroson y @NPDeportes1
Facebook: El Reportero de la Comunidad y Columna Nada Personal
IG: elreporterodelcomunidad
Tiktok: elreporterodelacomunidad
Whatsapp: 6622217136