La incertidumbre por los aranceles de Trump y una menor demanda de autos obliga a las armadoras reducir producción y plantilla, dice experto.
Ciudad de México a 25 de agosto de 2025 (OEM).- El empleo en la industria automotriz mexicana registró su primera caída en cuatro años durante este primer semestre, en el que los ataques arancelarios por parte del presidente Donald Trump y una débil demanda de autos a nivel global, están dejando estragos en uno de los principales sectores claves de la economía.
De acuerdo con datos de la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el personal ocupado en la industria automotriz pasó de 5.06 millones en los primeros seis meses de 2024 a 4.73 millones de personas, lo que implicó la pérdida de 328 mil 921 empleos.
La contracción fue de 6.5 por ciento anual, y es la primera que se registra desde 2020, el año más álgido de la pandemia del Covid-19, donde la industria automotriz también se vio afectada por las complicaciones en las cadenas de suministro.
Héctor Magaña, coordinador del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, explicó que la disminución responde a una serie de factores tanto externos como internos.
“La industria automotriz depende en gran medida del mercado estadounidense, que absorbe alrededor de 80 por ciento de las exportaciones mexicanas. La incertidumbre generada por los aranceles impulsados por el presidente Donald Trump, aunado a una menor demanda global de autos, está obligando a las armadoras a ajustar producción y planta laboral”, señaló.
El golpe no fue parejo, ya que algunos subsectores sufrieron más que otros. La fabricación de partes para vehículos automotores, que es el segmento con más personal, pasó de 4.22 millones a 3.94 millones, una baja de 6.7 por ciento.
La fabricación de carrocerías y remolques cayó de 156.1 mil a 139.7 mil personas, lo que representa una caída de 10.5 por ciento. En tanto, la fabricación de automóviles y camiones se redujo CUATRO por ciento, con 27 mil puestos menos.
Magaña subrayó la relevancia de estos empleos para la economía nacional.
“No solo hablamos de quienes ensamblan los autos en las líneas de producción; alrededor de la industria automotriz se teje una extensa red de proveeduría, logística y servicios que sostiene a millones de familias en el país”, advirtió.
“No solo hablamos de quienes ensamblan los autos en las líneas de producción; alrededor de la industria automotriz se teje una extensa red de proveeduría, logística y servicios que sostiene a millones de familias en el país
La industria automotriz es una de las principales generadoras de empleo formal en el país y una fuente clave de exportaciones.
Desde 2021, el empleo en el sector automotriz venía creciendo de forma sostenida. En 2022 superó los 4.4 millones, en 2023 rebasó los 4.9 millones y en 2024 alcanzó un pico histórico de más de cinco millones de personas ocupadas. Por eso, el descenso en 2025 marca un cambio importante en la tendencia.
El especialista del Tec de Monterrey destacó que, aunque los aranceles entraron en vigor el 3 de abril, aún no se han publicado reglas claras para la industria, lo que ha generado un escenario incierto.
“Hay armadoras que prefieren pagar el arancel, sin embargo, esa falta de certidumbre inhibe inversiones y limita la creación de nuevos empleos”, explicó Magaña.
También la crisis laboral se agrava con los anuncios de reestructuración en plantas mexicanas. Nissan confirmó que cerrará su histórica planta CIVAC, en Cuernavaca, Morelos, como parte de su plan global Re:Nissan.
El cese de operaciones está programado entre abril de 2025 y marzo de 2026. La producción se trasladará al complejo de Aguascalientes, con el objetivo de reducir costos y mejorar la eficiencia logística.
Stellantis, por su parte, anunció en abril una suspensión temporal en su planta de Toluca, Estado de México, debido al impacto de los aranceles de Estados Unidos. Aunque la detención fue breve, dejó ver la vulnerabilidad de la industria ante las decisiones de política comercial del país vecino.
Estos movimientos reflejan la presión que enfrentan las empresas para reorganizarse en un entorno cada vez más incierto.
“Héctor Magaña afirmó que la falta de claridad en la relación comercial con Estados Unidos influye en las decisiones corporativas y podría llevar a que más empresas replanteen su estrategia en México
De acuerdo con Magaña, la perspectiva de corto plazo no es alentadora.
“Seguiremos viendo ajustes en la cadena de proveeduría y en el número de trabajadores. La falta de claridad en la relación comercial con Estados Unidos es un factor que pesa en las decisiones corporativas. Si no se logra dar certidumbre, es probable que más empresas replanteen su estrategia en México”, dijo.
Los aranceles impuestos por Washington se han convertido en una de las mayores amenazas. Aunque el gobierno mexicano ha insistido en mantener canales de diálogo abiertos, la realidad es que cada semana de indefinición resta competitividad y confianza.
La industria automotriz es un pilar de la economía mexicana: aporta cerca del cuatro por ciento del PIB nacional y más del 20 por ciento del PIB manufacturero. Además, genera exportaciones por más de 150 mil millones de dólares al año.
Sin embargo, la pérdida de empleos muestra que incluso los sectores más sólidos pueden resentir los impactos de la política comercial y las tensiones geopolíticas.