Tras el descarrilamiento del tren que transportaba concentrado de cobre a la altura de Nogales, Sonora, autoridades que atendieron el incidente descartaron que se diera un derrame que pusiera en riesgo a personas o al propio ecosistema.
Son seis góndolas las que quedaron fuera de las vías, debido a un posible problema con el manejo de la máquina, lo que derivó que estas colapsaran y por ende obstruyeron esa ruta de circulación, a escasos metros de la carretera federal México 15.
La locomotora y los vagones pertenecen a la empresa Ferromex, cuyo incidente se dio a la altura del kilómetro 21, casi a la altura del Aeropuerto de esa ciudad fronteriza.
Tras recibirse el reporte al C5, minutos antes de las 9:00 de la mañana del sábado, elementos de la Guardia Nacional, Sedena, personal de la empresa, entre integrantes de otras corporaciones, arribaron a la zona del desastre para desplegar acciones preventivas, a fin de reducir el riesgo de daños a la población.
Una vez evaluado el impacto, se utilizó una grúa ferroviaria para mover las piezas, pero debido al peso levantado, dicha máquina se ladeó y terminó por colapsar, por lo que dos trabajadores que estaban dentro de ella tuvieron que ser extraídos, al presentar uno de ellos lesiones.
Trascendió que en los vagones descarrilados se transportaba concentrado de cobre, un material que no es tóxico, además de que este no tocó el suelo, gracias a que no hubo derrame.
El producto es propiedad de Grupo México y tenía como destino el municipio de Guaymas, por lo que era transportado de norte a sur cuando ocurrió el accidente.
“Elementos de instituciones de seguridad integrantes de la Mesa Estatal de Seguridad, atendieron reporte por el descarrilamiento de vagones que transportaban cobre, el cual no es tóxico y no tuvo derrame con suelo natural, en hechos ocurridos en la Carretera Federal 15, kilómetro 21, en el municipio de Nogales”, es lo que informaron representantes de ese equipo conformado por autoridades de los tres niveles de gobierno sobre el hecho en redes sociales.
