(apro).- Fernando Medina, el propietario de un gimnasio que a fines de julio del año pasado golpeó a un joven empleado de una sucursal de Subway en la capital, fue asesinado en un ataque directo a balazos; su cuerpo quedó tendido en el exterior de su gimnasio.
La Fiscalía general del estado confirmó en un comunicado que el hombre murió por varios disparos que recibió después del mediodía de este lunes 11, afuera del inmueble que se ubica en la calle Iztaccíhuatl de la colonia General I. Martínez.
Agentes de la Guardia Civil Estatal fueron los primeros en llegar al sitio al recibir el reporte de que civiles habían disparado en contra de un hombre en ese punto.
Fernando, también conocido por su apodo de “El Tiburón”, fue grabado en un video que se hizo viral a fines de julio del 2023, mientras respondía con una golpiza a un joven empleado de la sucursal de Subway ubicada en el centro de la capital potosina que le indicó que esperara su turno en la fila de clientes.
El hombre, visiblemente corpulento, ingresó al área de personal tras el mostrador y se lanzó contra el joven empleado, identificado como Santiago -un estudiante que trabajaba en el lugar durante sus vacaciones- al que propinó golpes en la cabeza y el cuerpo hasta dejarlo tendido en el piso.
Santiago debió ser llevado a un hospital y resultó con varias fracturas y lesiones.
Por el video, el agresor fue identificado como Fernando Medina, maestro de artes marciales y propietario de un gimnasio.
El hombre se dio a la fuga, pero fue capturado unos días después por agentes de la Fiscalía cuando salía de un hotel donde se ocultaba. Fue presentado ante un juez, acusado de intento de homicidio.
Pero en diciembre pasado quedó en libertad, gracias a un amparo por el cual se reclasificó el delito del que fue acusado y por el que permaneció preso durante cuatro meses, por lo que recibió una sentencia de 3 años y medio que le permitió llegar a un acuerdo reparatorio con la víctima y abandonar el centro penitenciario de La Pila.
La Fiscalía general potosina indicó que, tras el asesinato de Fernando inició una carpeta de investigación a través de la Dirección general de Métodos de Investigación, y el cuerpo de Fernando fue trasladado a la sede del Servicio Médico Legal por personal de Servicios Periciales para realizar la autopsia.
