La emergencia ambiental y la delincuencia tendrían un nuevo enemigo en un ladrillo ecológico y a prueba de balas que desarrollaron alumnos del Conalep Tampico.
Tamaulipas a 22 de enero de 2025.- La innovación puede ser un buen aliado en la lucha contra el cambio climático, y de paso en la lucha contra la inseguridad, como lo han demostrado dos estudiantes del norte de México.
Daniel Antonio Morales Hernández y Ángel Eduardo Cabrera Hernández, ambos de 17 años de edad, cursan el sexto semestre de la carrera técnica en Química Industrial del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica, y en el Conalep Tampico, y de hecho van en el mismo salón.
“Desde el segundo semestre tenemos una materia que se llama Emprendimiento y ahí se presenta como proyecto final en ese mismo semestre”, cuenta Daniel a El Sol de México sobre el momento y el lugar en donde nacería la idea de crear un block ecológico de construcción que disminuyera los impactos negativos de los fenómenos naturales y que de paso fuera resistente contra los impactos de balas perdidas que se producen principalmente por los enfrentamientos entre grupos criminales.
Ángel encontró en esa materia el interés por ayudar a su escuela, pues le preocupaban los daños que generaban los residuos de papel, que es el principal material orgánico que utilizan para crear estos ladrillos ecológicos, por lo que decidió aprovechar esos desechos.
¿Cómo desarrollaron el ladrillo ecológico antibalas?
“Es una innovación que se nos ocurrió junto con la maestra de emprendimiento, Rocío Pimienta, porque llegó un momento en que vimos la gravedad del asunto, además de la contaminación del papel”, cuenta Ángel.
La Universidad de Guadalajara comparte en un artículo los impactos negativos que trae el humo generado por las ladrilleras en la producción de bloques para construcción.
La catedrática en Salud Ambiental del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de dicha Institución, la doctora Ruth de Celis Carrillo, expone que en su elaboración son liberados monóxidos de carbono, dióxidos, hidrocarburos y partículas de origen orgánico, con efectos que podrían ser cancerígenos, afectando principalmente a quienes viven en las zonas más cercanas.
“La doctora Ruth de Celis Carrillo, catedrática en Salud Ambiental del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, señala que en la elaboración de ladrillos se liberan partículas que pueden tener efectos cancerígenos, especialmente en las personas que habitan cerca de estas zonas
Pero Ángel y Daniel encontraron en los residuos de papel una solución sustentable para poder mitigar las emisiones de humo que pueden ser dañinas para la salud.
El ladrillo está hecho de papel y materiales orgánicos
Los estudiantes sólo necesitan papel, agua, resina natural de los árboles, hojas de árbol, cáscaras de huevo para la manufactura de estos ladrillos.
“En un día podríamos realizar hasta 100, aunque también depende de la recolección de la materia prima y del molde, porque ahorita lo hacemos de forma manual, es decir los compactamos con las manos, primero trituramos el papel, después lo humectamos y también tiene de catalizador un adhesivo, por decirlo de una forma, de resinas naturales”, cuentan los alumnos.
Pero otro ingrediente que requieren es el apoyo de parte de las autoridades educativas estatales, principalmente para convertirlo en un producto competitivo.
Para la elaboración de un “block ecológico” es necesario medio kilo de residuos de papel, mismos que han comenzado a recolectar en su escuela, que es un lugar en donde se utiliza más papel, ya sea de libretas, folders y otros productos de uso administrativo y educativo.
“Actualmente nosotros usamos un molde para compactar, y lo hacemos todo manual (Daniel golpea la palma de su mano con su puño) entonces es muy tardado, (por eso) necesitaríamos las ladrilleras que se utilizan normalmente, sobre todo para poder comenzar a pensar en una venta”, dice Daniel.
“Actualmente usamos un molde manual para compactar los ladrillos, pero el proceso es muy tardado. Necesitamos las ladrilleras tradicionales para agilizar el proceso y comenzar a pensar en la venta de los ladrillos ecológicos
Ambos han ganado hasta el momento siete premios locales, estatales y nacionales que entregan Institutos como el de la Juventud en la Ciudad de México. Sin embargo, las autoridades locales no ha volteado a verlos.
“Nosotros nos sentimos contentos, porque nos llevan a viajar a otros lugares, nuestros padres nos apoyan y nos motivan más a seguir en este proyecto”, dicen los alumnos del Conalep tamaulipeco, quienes piden más apoyo a las autoridades educativas.
Sobre lo que les dirían a los estudiantes que tienen un sueño o un proyecto para realizar, comentan:
“¡Que se busquen un profesor de confianza!, que no tengan miedo de llevar a cabo las ideas que tienen”, responde Daniel.
Profesores apoyaron el proyecto del ladrillo ecológico antibalas
Sonia Elisa Castillo Salinas y Ricardo Pizaña Ramos son los profesores que acompañan actualmente a estos estudiantes emprendedores y quienes también consideran indispensable que los alumnos sean apoyados.
“Siempre estamos cerca de los jóvenes; la materia de Emprendedores es un lugar en donde nacen las ideas, y así hemos llegado con algunos proyectos hasta a niveles internacionales”, dice Sonia Castillo.
Por su parte, Ricardo Pizaña ha tenido un interés profundo en trabajar con los estudiantes que tienen un proyecto en mente y que trabajan para llevarlo a cabo.
“Siempre me ha interesado trabajar con los jóvenes en la cuestión de innovar o de crear algunos productos; en esta ocasión me tocó crear a mí el block ecológico. Es un block que afortunadamente tiene mucha resistencia, se ha calado demasiado, le han pasado vehículos por arriba y no se quiebra, además de que efectivamente, resiste un impacto de bala, porque como tiene suficiente papel compactado hace que rebote la bala”.
Pizaña ha acompañado a los alumnos en su proyecto desde el inicio, sin embargo también les ha expuesto la importancia de sacrificar algunas cosas para seguir adelante.
“Que el producto salga elaborado y que vean lo que lograron con todo el esfuerzo que hicieron y con el tiempo que sacrificaron, esa sería la satisfacción de nosotros como maestros; ya pasaron de un local a un regional y de ahí al estatal, así que ahora vamos por el Nacional”, expone.
El maestro incluso pide el apoyo de otros maestros, para que sean comprensivos con estos alumnos cuando de pronto no puedan atender sus otras materias, para que les den facilidades de ponerse al corriente en esas otras asignaturas.
Por su parte, el director de la escuela, el ingeniero Elías Carlos Olguín Villareal, enfatizó que los padres de familia juegan también un papel muy importante para que los alumnos sean productivos en las escuelas.
“Entre todos tenemos que pensar en cómo sacar el país adelante y por eso agradezco a todos los padres de familia que sí apoyan a sus hijos”.
Mientras tanto, Daniel y Ángel trabajan para viajar a Turquía, donde podrían darle a su ciudad el Premio a la Ciudad Respetuosa con el Medio Ambiente.