El 5 de diciembre, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció una inusual sanción a Israel, indicando que impondrá prohibiciones de viaje a colonos judíos extremistas que estuvieron involucrados en una serie de ataques recientes contra palestinos en la Cisjordania ocupada.
El secretario de Estado, Antony Blinken, hizo el anuncio después de haber advertido previamente a Israel que el gobierno de Joe Biden tomaría medidas ante estos ataques.
Aunque Blinken no especificó quienes serían las personas afectadas, se esperaba que las sanciones individuales se dieran a conocer en la semana siguiente y podrían afectar a decenas de colonos y sus familias.
Las relaciones entre Estados Unidos e Israel atraviesan un momento delicado. A pesar de que el gobierno de Biden ha respaldado firmemente a Israel desde el ataque de Hamás el 7 de octubre, ha habido críticas internacionales crecientes hacia el Estado judío.
En las últimas semanas, Washington ha intensificado sus reclamos a Israel para que limite las bajas civiles a medida que amplía su ofensiva.
Además, ha aumentado la presión sobre la cuestión de la violencia de los colonos en Cisjordania y la falta de respuesta de Israel a las demandas de Estados Unidos de detenerla. Este tono más crítico refleja las tensiones actuales en la relación bilateral.
El secretario de Estado de Estados Unidos, declaró: “Le hemos enfatizado al gobierno israelí la necesidad de obligar a los colonos extremistas a rendir cuentas por sus ataques violentos a los palestinos en Cisjordania. Como ha dicho reiteradamente el presidente Biden, esos ataques son inaceptables”.
Nuevas medidas
Blinken anunció una nueva medida de restricción de visas aplicada por el Departamento de Estado a individuos que se considera que han participado en socavar la paz, la seguridad o la estabilidad en Cisjordania, incluyendo actos de violencia u otras medidas que restrinjan indebidamente el acceso de civiles a servicios esenciales y necesidades básicas.
Posteriormente, el susodicho afirmó que seguirán exigiendo rendición de cuentas por la violencia perpetrada tanto por colonos contra los palestinos como por los palestinos contra israelíes en Cisjordania e Israel.
Destacó la importancia de esta exigencia, especialmente dada la elevada tensión generada por el conflicto en Gaza.
Adicionalmente, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el teniente general Herzi Halevi, señaló que están evaluando diferentes maneras de destruir la infraestructura subterránea en Gaza, incluyendo la posibilidad de inundar con agua del mar los túneles construidos por Hamás.
Halevi afirmó que la FDI hace esfuerzos para garantizar que la lucha se dirija específicamente contra Hamás y no contra la población civil de la Franja de Gaza.
Destacó el compromiso de permitir la entrada de ayuda humanitaria y combustible en el enclave palestino como muestra de esta distinción.